银饰(西班牙文版)
作者简介
周大新,解放军总后勤部政治部创作室主任,少将军衔,专业作家,文学创作一级。茅盾文学奖得主。已发表长篇小说《走出盆地》、《第二十幕》、《21大厦》、《战争传说》、《湖光山色》五部,中篇小说《向上的台阶》、《银饰》、《旧世纪的疯癫》等三十余部,短篇小说《汉家女》、《金色的麦田》、《登基前夜》等五十余篇,另有散文、剧本和报告文学作品共六百余万字。曾获全国优秀短篇小说奖、冯牧文学奖等。 Zhou Daxin was born in 1952 in Dengzhou, Henan. Since first publishing in 1979 he has won the National Excellent Short Story Prize, the Feng Mu Prize and the Mao Dun Literature Prize. Many of his works have been adapted into plays, television series, movies and radio plays. Some works have been translated into English, French, German, Japanese, Czech and Korean. He currently lives and writes in Beijing. His works include the novels Out of the Basin, Twentieth Act, The Scenery of the Lake and Mountain, Legends of War, and Warning. The novella Sesame Oil Mill On The Banks was filmed as Les Femmes du lac aux ames parfumées and won the 43rd Berlin Film Festival Golden Bear Award.
内容简介
“Hoy por la noche, de la misma manera y en el mismo sitio.”, le susurró al oído, dejando caer las palabras hacía su interior como si fueran granos de arroz, y le lamió la cara con la lengua. Y antes de cualquier reacción, ya estaba diciendo a viva voz: “Vale, estírala la medida del ancho de la hoja de trigo.” Aunque petrificado por el miedo, comprendió que algo debía contestar: “Vale, sólo una hoja de trigo.” Con la misma compostura que había llegado, la se?ora Bilan se marchó. ?l se limpió su dulce saliva de la cara y también salió afuera. Por la noche, al atardecer, cuando ya habían despachado hasta el último cliente de la tienda y habían cerrado, Shaoheng acudió tímidamente a donde su padre se encontraba fumando y dijo balbuceante: “Padre, ella quiere que vuelva.” El viejo simplemente pegó una sonora calada a su pipa sin a?adir nada. “Me gustaría volver una vez más.”, insistió el joven, pero solo obtuvo otra calada como toda respuesta. “Solo una vez.” prometió solemnemente. Pero era como si el viejo platero no pudiera oírle, concentrado en el hilillo de humo que se enroscaba como una cuerda por los rincones de la habitación cada vez que daba otra bocanada. “?Una vez más!” repitió Shaoheng para terminar, y con mucho cuidado tiró de la puerta abriendo la rendija necesaria para escabullirse. El viejo entonces estampó la pipa contra el suelo, y se irguió tambaleándose para levantar la tela roja que cubría el altar divino de los antepasados. Allí, frente a la benevolente cara de la Guanyin9 de porcelana, se arrodilló: “Bodhisattva protege y bendice a mi hijo....” La oscuridad que todo lo envuelve en la noche cubría ahora el cartel conmemorativo del arco de la casa de la familia Lü, aunque los tres caracteres escritos con polvo de plata, que rezaban “Casa de la Moral Elevada”, todavía podían distinguirse claramente. Ya pasadas las once10, toda la mansión se hallaba sumida en el silencio, extinguido ya el alboroto urbano del exterior desde hacía rato. Entre bostezos, la sirvienta había ya metido prisa tres veces a Lü Daojing para que se fuera a su habitación a descansar, pero él permanecía en su estudio sin moverse. Realmente no estaba de humor para leer libro alguno, así que se dedicaba a jugar con mucho mimo con sus joyas femeninas de todas clases y materiales. Aunque solo tenía unos veinticinco a?os, poseía una rica colección de adornos para mujer: los había de madera, hechos de bambú, de huesos de cuerno, de marfil, de jade, de plata, y también de oro, y juntos suponían toda una lección ininterrumpida de la trayectoria histórica de la joyería. El hecho de que a Lü Daojing, como hombre que era, le gustara coleccionar estos objetos, era algo que mucha gente no podía comprender. Comenzó con su afición cuando tenía siete u ocho a?os, para sorpresa de sus propias hermanas cuando descubrieron que les robaba sus propias joyas. Al principio habían sospechado de los sirvientes, y rastrearon por sorpresa sus dependencias personales sin ningún éxito, hasta que un día encontraron al peque?o Daojing mirándose en un espejo, con las joyas desaparecidas adornando su cuello, mu?ecas y tobillos. Las dos hermanas se rieron tanto como se enfadaron, y fueron a decírselo a su padre, Lü Jingren, que en aquel momento todavía era magistrado del condado. “Este ni?ato, ?qué despreciable!”, maldijo Lü Jingren, y luego cogió un peque?o látigo correctivo y golpeó a su hijo en el culo. Aunque logró que el ni?o llorara desconsoladamente, no eliminó sus gustos, que el hombre en que se convirtió después seguiría alimentando con continuas nuevas adquisiciones, si bien con mayor discreción. Tener dinero para comprar joyas se convirtió en su objetivo principal, y así usaba en secreto el dinero de bolsillo que le daban sus padres, los regalos de familiares y conocidos en el A?o Nuevo chino11, y por supuesto, algunos objetos de la casa que robaba para luego venderlos. Actualmente su colección al completo se hallaba escondida en dos peque?as cajas, y todas habían sido conseguidas a través de los mismos medios. Ahora Lü Daojing las observaba bajo la luz de la vela, dejándose llevar por una sensación suave y dulce que inundaba su corazón. Ninguna mujer de Nanyang, ni siquiera la más rica, podía presumir de poseer tantas. Claro, de momento no había muchas de plata porque solo recientemente se habían puesto de moda, pero pronto tendría en su poder joyas de toda clase y variedad labradas en este material, pese a que la poca plata que le daban sus padres como asignación, no le permitía visitar la Platería Fuheng para encargarlas. Pero llegaría el momento en que se haría con una de cada tipo hasta que no le faltara ni una. Mientras enredaba con sus juguetes, sintió ese deseo tan familiar que nacía desde un misterioso lugar enterrado en su interior: ponerse estas joyas de mujer, vestir el qipao12 de Bilan, y ?ser chica un rato entre esas cuatro paredes! Al final no pudo resistirse a colgarse un collar de plata y separarse el pelo con dos horquillas, al tiempo que le poseía una felicidad vertiginosa. Pero en este momento una enorme palabra negra brilló ante sus ojos: ?Despreciable! Eran los ecos pasados de la voz de su padre lo que ahora tronaba en sus oídos, congelando su sonrisa hasta casi hacerla desaparecer. Rebuscó en el bolsillo hasta encontrar un eslabón para encender tabaco, y lo golpeó con manos temblorosas entre soplidos, hasta que nació una peque?a llama de la incandescencia de la mecha de papel. Luego se encogió para retirar el pantalón y dejar la pantorilla al aire, coger la mecha encendida y ponérsela contra la espinilla. Inmediatamente el olor a carne quemada se extendió por el aire, y su cara se llenó de gotas de sudor conforme aumentaba el dolor. Poco a poco, su impulso de transformarse en una mujer se iba desvaneciendo hasta regresar al oscuro rincón de su mente donde lo mantenía apartado. Suspiró sentado en el suelo, sumido en la parálisis. Había vencido de nuevo ese instinto, aunque el uso frecuente de ese método le había dejado las espinillas llenas de cicatrices provocadas por las quemaduras. “Dios mío, ?por qué has querido que me convirtiera en esta clase de persona?” “?Te vienes a la cama de una vez?” La voz de enfado de su mujer Bilan irrumpió a través de una rendija de la puerta, y fue seguida por el sonido de un portazo. Daojing se levantó asustado, y rápidamente se quitó el collar y las horquillas de plata, lo escondió todo rápidamente en la caja y cerró la tapa, que candó con dos cerraduras de cobre al levantarse para salir. Afuera, le esperaba Bilan con el camisón puesto y su expresión airada. “?Hasta qué hora pensabas quedarte? Tengo que esperarte para dormir porque luego me asustas cuando entras armando ruido. ?Vas a dejar vivir a los demás o no?” 一曲旧时女性为欲望无力奋斗的悲情之歌,人类追求美好情感生活的极致宣泄。 The few liberal moments always occurred in the darkness. The love affair turned out to be the curse that deprived everyone involved of their lives and dignity.